domingo, 14 de junio de 2009

Interpretaciones simplistas de la realidad

La oposición boliviana y el gobierno peruano coinciden al buscar explicaciones simplistas a fenómenos cuya complejidad ignoran

Como no podía ser de otro modo, dado el contexto en que se produjo, el mensaje que el Presidente Evo Morales envió hace un par de semanas a la cuarta “Cumbre Continental de Pueblos Indígenas”, en el que los instó a "asumir su destino como pueblos" para que "todos sepan que (…) de la resistencia pasamos a la rebelión y de la rebelión a la revolución”, ha dado lugar a una ola de noticias, análisis y comentarios que han relegado a un plano muy secundario a todos los demás temas.

Al asunto se dedicaron los principales espacios de los medios de comunicación; fue motivo de los más sesudos análisis y las más audaces especulaciones, con lo que quedó demostrado, una vez más, cuán fácilmente la atención colectiva puede ser llevada de un tema a otro. Seguramente, dentro de unos pocos días ya nadie se acordará del asunto, por lo menos no en Bolivia, pues otra “revelación” dará lugar a nuevos devaneos noticiosos.

Pero tan notable como la facilidad como los más diversos temas entran y salen de la agenda informativa, es la ligereza con que son tratados mientras gozan de su efímera actualidad. En el caso que nos ocupa, resulta penoso el simplismo con que se buscan explicaciones a lo que se considera una “torpeza” presidencial. El “mal asesoramiento”, el “desconocimiento de la historia” son, entre otras similares, las principales causas a las que se atribuye la manera como Evo Morales conduce sus relaciones con Perú y sus organizaciones indígenas y populares.

El origen de tal manera de interpretar los hechos está en la persistencia con que se subestima la magnitud, la seriedad y la proyección del proyecto político encabezado por Evo Morales. Como se lo menosprecia, se intenta banalizar sus actos despojándolos de todo atisbo de seriedad, como si no fueran más que una sucesión de errores.

Diametralmente opuesta, pero no por eso menos alejada de la realidad, está la interpretación que de los últimos hechos ocurridos en la amazonia peruana hacen importantes dirigentes políticos de ese país. Según ellos, Evo Morales, a través de su carta, fue el autor de una insurrección protagonizada por inocentes nativos manipulados por el Presidente boliviano y sus agentes infiltrados.

Como es fácil constatar, tanto una como otra interpretación, pese a lo distantes que están en las apariencias, tienen un elemento en común: tienen como punto de partida una visión simplista de la realidad, de los factores económicos, políticos y sociales que dan lugar a fenómenos como el poder del MAS, en Bolivia, o la insurrección de los indígenas, en Perú.

Mientras quienes pretenden contrarrestarlos, desde la oposición en el caso boliviano, o desde el gobierno, en el peruano, se esmeren en subestimar a tan vigorosos movimientos políticos, es poco probable que logren algún éxito.

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