A pesar de que Bolivia, con Venezuela, se destaca porque sus ciudadanos dicen estar más afectados por el soborno, está mejor que otros países de la región
El informe 'Global Corruption Report 2009', elaborado por Transparencia Internacional y presentado ayer en Londres, dedica este año su atención al sector privado y contiene una serie de elementos sobre la situación de nuestro país que bien merecen un detenido análisis y evaluación.
Como durante los últimos años, nuestro país figura entre los países que, según la percepción de los encuestados, está mejorando en su lucha contra la corrupción. Y aunque todavía figura entre los más afectados por esa lacra, una vez más aparece fuera del grupo de los más corruptos de la región y del mundo.
Como todos los años, es previsible que durante los próximos días abunden las opiniones a favor y en contra de las conclusiones del informe, y sin duda éstas estarán sesgadas por las visiones parciales del oficialismo y de la oposición. A pesar de ello, bien vale la pena tomar en cuenta lo que dice, pues es un reflejo muy confiable, más que de la realidad, de la manera como ésta es percibida por las personas consultadas.
El estudio este año está dedicado al sector privado y la manera como éste interviene en las prácticas corruptas que actúan como "una fuerza destructiva que debilita la competencia leal, retarda el crecimiento económico y atenta contra la existencia de las empresas". A partir de 73.000 encuestas en 69 países, añade que la mitad de los encuestados cree que el sector privado utiliza el soborno para influir en las políticas públicas, las leyes y los reglamentos.
Según la clasificación por países, Bolivia y Venezuela son los dos países latinoamericanos que se destacan porque sus ciudadanos dicen estar más afectados por el soborno.
A pesar de ello, Bolivia, en el puesto 102 entre 180, aparece en el “ranking de la corrupción” mejor ubicada que Argentina (109) Paraguay (138), Ecuador (151) y Venezuela (180). La lista de los latinoamericanos mejor ubicados es encabezada por Chile y Uruguay (en el puesto 23), seguidos México y Perú (72), y Brasil (80). Cabe recordar que en 2001 Bolivia figuró como el segundo país más corrupto del mundo y durante los últimos años ha ido mejorando su ubicación.
Si bien en líneas generales la percepción sobre Bolivia continúa con una tendencia positiva, el informe destaca un aspecto negativo. Indica que nuestro país es el único de América que todavía carece de una ley de protección al consumidor, lo que dificulta la lucha contra la corrupción del sector privado.
A medida que se conozcan más detalles del informa se podrá sin duda ver en qué se basan las percepciones sobre el estado de la lucha contra la corrupción en nuestro país. De momento, lo cierto es que a pesar de lo que se podría suponer, la percepción de las personas consultadas por Transparencia Internacional es más positiva que negativa y eso, en sí mismo, es algo digno de atención.
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