sábado, 25 de abril de 2009

Cortinas de humo y agenda informativa

Hay muchos temas que volverán a ser motivo de preocupación cuando se despejen las densas cortinas de humo que por ahora los velan

Entre las muchísimas consecuencias negativas que traen consigo los brotes de violencia, reales o imaginarios, promovidos por el oficialismo o por la oposición, hay uno que es fácilmente verificable si se analiza el contenido informativo de los medios de comunicación. Es que acaparan la atención y condenan al olvido a otros temas menos espectaculares pero de mucha mayor importancia para el futuro de nuestro país.

Como es fácil comprobar, desde que con extraordinaria habilidad el gobierno puso en primer plano el supuesto complot contra la vida de Evo Morales y el desbaratamiento de una supuesta organización terrorista, ya nadie se acordó del caso YPFB-Catler, ni de los ataques contra periodistas y ONG en El Alto, ni los múltiples casos sobre los que pende la sospecha de multimillonarios negociados. Ya nadie se preocupó por analizar las hondas consecuencias que para el MAS ocasionó su reciente derrota en el principal escenario democrático de nuestro país, entre muchos otros ejemplos.

Sin embargo, el que reciban menos atención de la que merecen no significa que esos temas hayan dejado de ser importantes, por lo que sin duda volverán a ser motivo de preocupación cuando se despejen las densas cortinas de humo que por ahora los velan.

Uno de ellos es el relativo a las enormes grietas que se están abriendo en la estructura económica de nuestro país. Las cifras hacen prever días muy difíciles, lo que pondrá al gobierno ante dificultades muy superiores a sus posibilidades de hacerles frente. El pavor que esa perspectiva causa en filas oficialistas es una de las razones que explica el afán con que busca dedicar su atención, y llevar la de la opinión pública, a otros escenarios.

Si no tuviera con qué distraer a la opinión pública, el gobierno estaría en muy serias dificultades, por ejemplo, para explicar cómo se propone contrarrestar los efectos de la caída de las exportaciones de gas natural, que en el primer trimestre de este año cayeron en 205 millones de dólares en relación a similar período del año anterior. Y más difícil aún: cómo revertirá una de las causas de ese descalabro, que es la manera sistemática como destruyó la cadena productiva de los hidrocarburos.

Bueno sería que con el mismo entusiasmo con que se dedica a buscar supuestos magnicidas, el gobierno dé muestras de que le preocupa por lo menos un poco otros asuntos, como la velocidad a la que se extiende por todo su organismo el cáncer de la corrupción, o el desparpajo e impunidad con que muchos de sus miembros carcomen las bases de su propio régimen.

Sin embargo, hay que reconocerlo, lo mismo se debe pedir a los medios de comunicación y a las fuerzas de la oposición que con excesiva facilidad dejan que sea el gobierno quien defina su agenda de prioridades.

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