martes, 5 de mayo de 2009

Un nuevo hito en el “proceso de cambio”

El MAS ha dado un paso más hacia la consolidación de su proyecto político y la oposición ha sufrido una nueva derrota


Entre las muchas características de la “revolución democrática y cultural” que está produciéndose en nuestro país desde hace ya varios años, hay una que la hace muy diferente a lo que usualmente se entiende por “revolución”. Es que a diferencia de las revoluciones clásicas, ésta no tiene un punto de ruptura, un acontecimiento y una fecha en el calendario que puedan identificarse como el límite que separa un “antes” y un “después” del hecho revolucionario. Es, más bien, un proceso.

Como todo proceso, consiste en un conjunto de fases sucesivas que de manera paulatina van marcando el avance en una dirección determinada. Vistas aisladamente, ninguna de esas fases parece trascendental. Pero vistas como un conjunto, adquieren la forma de una profunda transformación.

Es eso lo que caracteriza al proyecto político que el Movimiento al Socialismo se ha propuesto llevar a cabo en nuestro país. Consiste en una sucesión de hitos que poco a poco van marcando una línea fronteriza que va dejando atrás las estructuras económicas, políticas y sociales que poco a poco van siendo desmanteladas y sustituías por unas nuevas.

Una segunda característica es que ese proceso se desarrolla simultáneamente en dos escenarios: el de la democracia formal y sus instituciones cada vez más débiles, y el de las vías de hecho, el de los actos que al ir consumándose consolidan el avance del proyecto político.

El MAS, con extraordinaria habilidad, ha actuado en ambos escenarios. Sus sucesivos éxitos electorales, la imposición de una nueva Constitución, y el desmantelamiento o por lo menos neutralización de las instituciones republicanas, son un ejemplo de lo primero. La militarización de Pando, primero, y de Santa Cruz, ahora, de lo segundo.

En ese contexto, la conformación del Comando Conjunto del Plata en el municipio de San Ignacio de Velasco, en Santa Cruz, y la decisión de desplazar hacia ese departamento a un nutrido contingente de efectivos militares, marca sin duda un nuevo hito. Consolida la presencia del nuevo “Estado Plurinacional” en un territorio en el que proceso revolucionario tenía hasta ahora dificultades para continuar su avance.

El hecho, cuya importancia es evidente, confirma por otra parte dos características del proceso político que está en marcha. Una, es que el gobierno tiene absoluta y totalmente claros sus objetivos y sabe bien cuáles son los medios más eficientes para alcanzarlos. La segunda, que la oposición, tanto en sus múltiples vertientes políticas como la cívico-regional, no sabe qué hacer.

Se puede pues afirmar, más allá de cualquier valoración subjetiva, que el régimen del MAS ha dado un paso más hacia la consolidación de su proyecto político. Y el que era el último baluarte de la oposición cívico regional ha sido derrotado.

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