domingo, 25 de octubre de 2009

Hacia la cumbre mundial de Copenhague

Los Tiempos, con más de 300 de los más importantes diarios del mundo, ha asumido en días pasados, en Copenhague, el compromiso de sumarse a la causa de revertir el cambio climático



Entre el 7 y el 18 de diciembre próximo, los ojos de todo el mundo estarán fijados en Copenhague, la capital de Dinamarca. Durante esos días, en el marco de convención mundial de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, los gobernantes de todos los países de nuestro planeta se reunirán con solo objetivo: suscribir un nuevo acuerdo mundial de lucha contra el calentamiento climático global que prosiga e intensifique los esfuerzos del Protocolo de Kyoto.

Las razones por la expectativa que ya precede a la cumbre de Copenhague son por demás justificadas. Es que a diferencia de lo que ocurrió en Kyoto, las pruebas científicas sobre la responsabilidad humana en el cambio climático son mucho más sólidas y eso ha contribuido a que no sólo los gobiernos, sino los pueblos del mundo, estén más convencidos de la urgente necesidad de adoptar medidas drásticas e inmediatas para detener, primero, y revertir después, un proceso que al ritmo de avanza conducirá a la humanidad entera, en un plazo no lejano, a una catástrofe de horrorosas dimensiones.

Pese a ello, son todavía muchas las dudas que todavía existen sobre la posibilidad de que Copenhague alcance el éxito esperado. Es que la complejidad del fenómeno, y los muchos intereses económicos y políticos que están involucrados, hacen temer que en diciembre no se logre el tan ansiado acuerdo.

Estados Unidos es el obstáculo principal. Es que a pesar del firme compromiso del Presidente Barack Obama, todavía predomina en el senado de ese país una muy fuerte corriente adversa a la adopción de las medidas que el mundo espera.

La reticencia estadounidense contrasta con los esfuerzos que hace el resto del mundo. Los mandatarios de la Unión Europea, por ejemplo, en una de las reuniones preparatorias para la cumbre de diciembre realizada en días pasados, se han comprometido a reducir las emisiones europeas de CO2 hasta en un 95% hasta 2050. China, India y Japón también han adelantado ya su voluntad para adoptar medidas similares, y los demás países del mundo dan señales alentadoras. Estados Unidos, como ya ocurrió en Kyoto, corre el riesgo de quedar como el país más irresponsable del planeta, con todo lo que ello implica en contra de su imagen internacional.

Pero no es sólo de los países más industrializados de los que se esperan drásticas medidas. Los países que todavía cuentan con grandes extensiones de bosques, como Bolivia, también están llamados a fijarse metas que reduzcan su cuota de responsabilidad en las emisiones de dióxido de carbono. Y eso no es poco, pues la destrucción de bosques es causante del 25% de de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Otra característica especial de lo que será la cumbre de Copenhague es que se realizará ante una sociedad humana mucho más consciente e involucrada en el asunto.. Cientos, si no miles de organizaciones representativas de la sociedad civil del mundo estarán no sólo pendientes, sino presionando activamente para que los gobernantes se pongan a la altura de la responsabilidad que tienen.

Los Tiempos, con más de 300 de los más importantes diarios del mundo, ha asumido en días pasados, en Copenhague, el compromiso de sumarse a tal empeño. Nuestros lectores tendrán pues, la oportunidad de involucrarse en lo que con razón ha sido definido como el mayor desafío de la humanidad en el siglo XXI.

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