miércoles, 29 de julio de 2009

Si falla el padrón biométrico…

Unir fuerzas alrededor de esa causa podría ser la primera prueba para una coalición que se una alrededor de una causa y no una persona

Desde este espacio editorial, en más de una ocasión, hemos llamado la atención sobre el enorme riesgo en que se está poniendo la democracia boliviana al depositar todas las esperanzas de su preservación en el padrón biométrico. Y no porque pongamos en duda la necesidad y conveniencia de hacer todos los esfuerzos para devolver la transparencia a los procesos electorales, sino porque son muchas las razones que hacen temer que las dificultades que deberá afrontar el empadronamiento son mayores de las que se quiere creer.
Ante la posibilidad de que tales dificultades impidan que el proceso se desarrolle como sería de desear, el oficialismo, con el apoyo de una de las fracciones en que está dividida la bancada parlamentaria de Podemos, tiene lista una propuesta alternativa. Consiste, como es bien sabido, en realizar las elecciones con un padrón mixto.
La oposición, en cambio, dividida como está, no ha logrado articular un plan de acción para afrontar tal eventualidad, lo que refleja la falta de un liderazgo opositor que esté a la altura de las circunstancias.
Esa ausencia de liderazgo, que contrasta con la abundancia de candidatos, es la principal carencia de los proyectos políticos que están en gestación. Es tan grande el vacío que no hay quién dispute al oficialismo la iniciativa en el escenario político nacional.
De los muchos aspirantes a candidatos, hay uno sólo que, aunque tímidamente, se ha animado a proponer un camino a seguir ante la posibilidad de que el empadronamiento biométrico no se realice en los plazos previstos. Es Víctor Hugo Cárdenas, quien ha propuesto que ante tal eventualidad, las elecciones generales se posterguen.
Esa posibilidad ha sido de antemano descartada por el oficialismo. Y la oposición parlamentaria, como ya es habitual, se ha resignado sin dar batalla, dándose derrotada de antemano, dejándose vencer con el argumento de que postergar el acto electoral sería vulnerar un mandato constitucional.
Tal argumento, sin embargo, es de lo más deleznable por lo que no tendría que ser difícil que algún líder opositor encabece una campaña para desvirtuarlo. Razones y argumentos legales para tal propósito no faltan.
Es de esperar que no sea necesario llegar a ese punto, pero por una elemental previsión política los aspirantes a liderar en el futuro inmediato a la oposición tienen la obligación proponer un plan de acción alternativo al que, como se puede prever, el oficialismo pondrá en marcha a partir el 23 de agosto próximo.
Víctor Hugo Cárdenas ya ha propuesto contrarrestar la propuesta oficialista de utilizar un padrón mixto con la de postergar las elecciones. Corresponde ahora que la idea se plasme en un plan de acción. Unir fuerzas alrededor de esa consigna podría ser la primera prueba para una coalición que se una alrededor de una causa y no sólo de una figura individual.

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